Seamos claros, hablamos de un periodo histórico específico, en el cual la mentalidad de crítica que se pueda tener sobre las cosas se hace más masiva. Pero ¿qué quiere decir esto? Cada día más y más voces se unen al llamado de la sensibilización sobre el tema medio ambiental. Críticas sobre el empeoramiento del medio amiente, que van desde el tema político, para algunos, del cambio ambiental, hasta la antiestética antena de celular instalada en la esquina de la población, y su incidencia en la salud. Por cierto cabe hacer la aseveración ahora de que este cambio en la mentalidad de las personas no corresponde a un fenómeno local originado en regiones específicas, en donde la población sufre las consecuencias de la modernidad. Son las voces de hombres y mujeres que se vienen haciendo escuchar hace unas dos generaciones atrás. Dos generaciones de diferencias abismantes. Ambas arrastradas por la voz de las mayorías. La primera, de la protesta hippie contra la guerra de Vietnam y la polarización de la política, y la segunda, hija de la imagen, la consumidora de todo lo posible por comprar, por cierto, la hija del calentamiento global. En fin… sin lloriquear. Todos víctimas y victimarios de la misma manera. Todos cocineros del asqueroso pastel. Permitiendo que todo pase y nada pase. Cerrando los ojos para lo que cause dolor, y abriéndolos en cada liquidación comercial. El mundo entero se ha sorprendido a si mismo como no se veía desde que el hombre llegó a la luna. Sí… de repente y bajo todas las alertas de científicos herejes, los gobiernos y ministerios de educación, se llenan de programas sobre medio ambiente. Un señor gana un oscar por anunciar una verdadera hecatombe ecológica a nivel planetario, las marchas y protestas se intensifican, los mensajes enfocados al sobre consumo cubren los medio de transporte que fuese posible, las autoridades llaman a racionalizar la energía ante un futuro incierto, bla, bla, bla… el mundo habría cambiado para bien o para mal en un abrir y cerrar de ojos.
Lo hechos hablan por si mismo: En 1997 se alertaba de haberse registrado el año más caluroso de la Historia en la tierra. EE.UU. el país más contaminante del mundo parecía no importarle; 10 años después el problemas preocupa, y no solo a EE.UU. Ante la dificultad de parar a las grandes empresas, altamente contaminantes, se habla de la consecuente respuesta de la gente ante tal condición. Es la organización de los que no han recibido ganancia alguna de un mundo que aspira a la globalización neoliberal de la economía, y que pese al corto periodo que abarca desde el comienzo y el presente, de la industrialización a gran escala, con multinacionales que emiten contaminantes de todo tipo sin restricción más que la ley de la oferta y la demanda, (ese punto de equilibrio entre lo que se puede producir y lo que la población puede adquirir) sufre las consecuencias del impacto al medio ambiente que genera el hombre.
La democracia, liberadora del pensamiento y defensora de la organización, se encuentra en un periodo histórico de profundización. Si antes se hablaba de elección a través del voto popular, hoy se habla de protagonismo ciudadano, si antes se hablaba de bipartidismo, hoy se habla de organización de las minorías. La búsqueda de los medios necesarios para hacerse escuchar. Juntas de vecinos, sindicatos, colectivos, boletines, todo con el fin de lograr la tan anhelada felicidad. Un momento histórico que nos habla del bienestar general a partir de la conciencia social. Ojo, no hablamos de un movimiento radicalizado en la boca de unos pocos, generalmente jóvenes que patean piedras, relegados, apasionados en querer cambiar lo que está mal. Hablamos de una nueva condición histórica generalizada en la sociedad, del nuevo protagonismo ciudadano, de la democratización de la democracia. Una respuesta dialéctica a la etapa avanzada del capitalismo, al sobre consumo y explotación de los recursos, al impacto en el medio ambiente generado por la mano del hombre y su descabellada sed de enriquecimiento. Señora, señor, preocúpese de su presente y del futuro de sus hijos, el planeta es uno solo, organícese, manifieste su descontento, proteste, infórmese, informe a los demás, el mundo es tanto suyo como de los demás, sea protagonista que esta es su propia realidad.
En los otrora años 70 se comienza a concienciar sobre el medio ambiente, mas no existen ideas críticas, posturas ni protagonismos. En los años 90 se crea por primera vez el SEIA, sistema de evaluación de impacto ambiental. A partir de este momento se capta la idea de crear una verdadera conciencia ambiental. Conforme se sostenía y continua a nivel global una fuerte estructura capitalista, que genera los más altos contaminantes, y provocan el mayor impacto ambiental, se produce la doble jugada del los entes capitalistas, que constituyen un círculo (capitalista), el adormecimiento de millones y millones de cerebros a través de los medios de comunicación. Hecho innegable es que las líneas editoriales más grandes del mundo se encuentran ligadas, por decirlo menos, a estas grandes corrientes capitalistas. Grandes cadenas de televisión como CNN, FOX o a nivel chilensis, como Canal 13, Mega, TVN, etc., poseen estrechos lazos con quienes controlan el mundo financiero. Ahora, ¿qué hay con esto? Por poner un ejemplo curioso, ENTEL la otrora compañía nacional de telecomunicaciones, y posterior al proceso de privatización …“es una empresa controlada mayoritariamente por capitales chilenos y en su directorio figuran el magnate Ricardo Matte, el dirigente empresarial Juan Claro, el ex ministro del gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) René Cortázar, y el actual vicepresidente del Banco Central, Jorge Marshall.” Si es cierto, esta cita corresponde al 6 de agosto del 2004, y no es para nada actualizada, es un ejemplo claro, acorde a lo que queremos llegar al final de este ensayo. Decir que es solo un ejemplo aislado y no constituye una realidad, sería cerrar los ojos. Más aun esto es una realidad no solamente regional sino global.
“En todas las sociedades modernas y en todo momento, se ha podido notar la existencia de una categoría de personas excluidas más o menos permanentemente del mercado del trabajo dominante que, en razón de la insuficiencia de sus ingresos, no tenían acceso al consumo de bienes y servicios.” Sabido es que el grupo de personas que habita, teóricamente, en los márgenes de la modernización, están limitados a consumir los bienes y servicios que el grupo de personas que se encuentra en el centro “crea”. En términos comunes esto se define porque no hay plata para producir por uno mismo. Si se quiere se puede decir que esto corresponde a un ciclo vicioso donde el que no tiene, no va a tener los medios nunca, que se necesiten para lograr tales efectos, y el que sí los tiene, va a seguir creando aportando a la sociedad, a partir de su ingenio, los bienes y servicios en general. En un aspecto empresarial, los empresarios siempre van a ser los que aportan con el capital, en un sentido mediático sabido es que las líneas editoriales las manejan un grupo limitado de personas, en el caso de programas de T.V. donde la opinión de las personas es la temática central, los participantes van a estar limitados por lo estético. En los mercados el chico no puede competir contra el grande. En fin un grupo grande de personas que constituyen aproximadamente, desde hace muchos siglos dos tercios de la población mundial y más, ha quedado imposibilitado de participar en las comunicaciones masivas. …“los marginales están ausentes de los niveles más productivos en que se funda la existencia misma del sistema y no cumplan una función central” marginales que se constituyen como tal en la medida que no participan de la creación nuevos elementos que los saquen de su condición de marginal, y en la medida que no posean sus propios medios de producción. “El polo marginal comprende un conjunto de actividades y relaciones económicas que prolongan en parte las de los grupos dominados de los grupos hegemónicos.” En otras palabras, son dependientes de la creatividad del grupo central. Lógicamente que dentro de esta teoría, la dependencia que se establece es algo necesario para todos. Pues todos viven de ella. Sin otorgar valoraciones al tema. Cada uno hace sus juicios.
Para profundizar la teoría se hace necesario demostrar lo dicho con datos. Aquí van algunos dirigidos en relación a la pantalla grande y chica. El consumo cultural a través de este medio puede aportar grandes luces a esta teoría. Tenemos que …”los países latinoamericanos transmiten en promedio más de 500 mil horas anuales de televisión: en Colombia, Panamá, Perú y Venezuela hay más de una video casetera por cada tres hogares con televisión, proporción más alta que en Bélgica (26%) o Italia (16%).” Todos conocemos que la cifra esta muy cerca de ser una verdad muy grande. Quién no ha estado en una población periférica de su ciudad, y ha observado que las humildes casas en sus interiores poseen grandes televisores, DVD, equipos de música de tecnología de punta, esta situación nos lleva rápidamente a cuestionar si realmente existe dinero en esas casas. Esto nos señala que lo que prima es el consumo a corto y a mediano plazo, es decir, no por un próspero futuro lejano, sino por el ahora dominado por la apariencia. El tema es que lo que se vende mayormente es producido fuera de nuestras fronteras nacionales y políticas, produciéndose un desvalance en el la información dominante. No solo a la que entra por el entretención, sino también la que se queda en la memoria frágil, en el inconciente de las personas. Esto lleva a consumir lo que nos venden desde otra región del mundo, lo que provoca visión irreal de lo que pasa en nuestro alrededor. En otras palabras nos adormecen mostrándonos su cultura. “esta asimetría entre una producción propia débil y un consumo elevado, se manifiesta como una baja representación en las pantallas de las cultural nacionales o latinoamericanas y una enorme presencia de entretenimientos e información originados en EE.UU.” (…) “auque aun donde se cuenta con mayor producción propia, como la televisión brasileña, mexicana y argentina, en promedio el 70% de las películas y series son importadas de EE.UU y los programas de este país ocupan más del 50% del prime time.” (…) “el 70% de las ventas mundiales de aparatos electrónicos para el gran público es controlado por firmas japonesas.” Soy sincero al dejar en claro que doy por hecho que el que lea este ensayo se habrá dado cuenta que estos dos países nombrados son los dos más contaminantes en la Historia de la humanidad.
En la práctica regional, frente a la disyuntiva libre mercado, medio ambiente, y el qué hacer, existen dos visiones al respecto, una oficial, aceptada por la clase capitalista y también por la política, que incluso poseen respaldo científico, sería ficticio decir que estos le subvencionan sus proyectos se les dan su apoyo, pero lo cierto es que para realizar investigaciones científicas se necesita de grandes sumas de dinero; y la otra, extra oficial, que se muestra como insólita noticia a horario central, en la voz de la dirigenta vecinal X que reclama por la antena instalada a 50 metros de su casa, en una población periférica de Santiago, señala el descontento por tal evento, pues le advirtieron sobre los males que produce el radio electromagnético. Ahora vale resaltar, no existe certeza científica de que produzcan daños para la salud. Hace un tiempo atrás, se me escapa la fecha, el gobierno a través del ministerio correspondiente explicaba que el radio dañino para la salud sí existía, pero que este era controlado cada dos años por la misma empresa, y que este era dañino en un radio de dos metros de la antena. Con lo cual lógicamente se descarta que realmente produzcan daños para la salud. Como antítesis está la visión extra oficial, “la que no conviene”, las más respetadas provienen del exterior principalmente de la OMS, quienes dicen poseer pruebas concluyentes sobre estudios que indican el riesgo que conlleva instalar una antena en un sector residencial. En términos sencillos, mientras más baja la frecuencia, mayor es la facilidad con la que las ondas electromagnéticas atraviesan el cuerpo, pero mientras más altas son las frecuencias, estas se adhieren a los tejidos y podrían provocar daños a la salud. En Chile los intentos por llevar a cabo un estudio serio sobre el tema específico poseen directa correlación con la voluntad de las empresas. Esto se puede demostrar por la poca iniciativa del ejecutivo y del legislativo a seguir las declaraciones de impacto ambiental de protección a la salud. Hoy en día se instalan antenas celulares sin evaluar el impacto que producen en el medio ambiente. Existe poco interés, o casi nulo de integrar a la ciudadanía a las actividades sobre evaluación de impacto ambiental. Al congreso ha llegado solo un proyecto que intenta integrar al ciudadano en las evaluaciones, más allá de la ley vigente, que solo acoge aspectos informativos sobre impacto ambiental.
Ahora, ¿que sucede con esto? La desinformación, o el poco conocimiento de esto se ha traducido en una manera popular de conciencia crítica. Pero ¿cuál es el problema?, si existe conciencia crítica cuál puede ser el problema. Y este radica en que por un aparte la desinformación provoca la concienciación por el camino del miedo y la especulación, y por otra, lleva a la desorganización con el consecuente empeoramiento de la calidad de vida. ¿Cómo se observa esto? Pues los argumentos de los dirigentes de juntas de vecinos de las poblaciones se orientan a la cantidad de personas con cáncer que viven en la cuadra, o a simples especulaciones sin mayor validez, o factibilidad para la discusión, no orientándose la organización por un camino correcto y duradero. Hace no más de un mes en la comuna de Independencia se retiró una antena colocada en un sector residencial, con la directa colaboración del alcalde de la comuna. Es decir, las críticas populares por si solas no poseen perpetuidad en el tiempo. En fin, como se puede observar en las calles, las personas están pasando por un cambio de mentalidad. Para llegar a convertirse en protagonistas, solo falta la masificación de la información, concienciar, y organizar. O un cambio de mentalidad general, que es lo mismo. Por supuesto sin ánimo de sedición, solo con las ganas de obtener la tan anhelada felicidad.
Hace muchos siglos atrás Platón exponía en su libro “la república” los distintos regímenes políticos, dentro de los cuales se encuentra la democracia, (según Aristóteles el menos malo), en donde señala virtudes y defectos que conlleva. De manera dialéctica señala que con una de sus virtudes, la libertad, se lleva al libertinaje, su peor defecto. Para argumentar nos señala que viéndose los ciudadanos de la polis con tanta atribución de voz y voto, comienza un consecuente desorden y caos general. Dando paso de esta manera a la monarquía. (…) la democracia por definición es participación y manifestación ciudadana, en cuanto los individuos que en ella habitan, persiguen fines que acomoden a todos. Es esto lo que se ve hoy día. La gente manifestándose por un futuro mejor. Para platón esto llevaría al caos y luego a un régimen que ordene, como la monarquía. Quiero señalar con esto que nuestras manifestaciones son parte de un momento histórico particular, el manifestarse por querer un futuro mejor, pero no por ello una manera absoluta de vivir la vida. Imposible es saber en que va a terminar todo esto. Por esto me atrevo a decir que luchamos no por un futuro, sino por nuestro camino recorrido.
A partir de lo dicho en este ensayo me queda abrir el debate sobre si el momento histórico en el que nos encontramos de popularización de la conciencia crítica y sensibilidad con el tema medio ambiental, ¿es producto del cansancio de la población o una nueva oferta de las grandes economías, otra vez?
aporte: A. Lorca
